¿Cómo se fabrica la fibra óptica?
La fibra óptica es el material que constituye la base de las
modernas redes de telecomunicaciones de alta capacidad. Una fibra óptica no es
más que un larguísimo filamento de vidrio, tan fino que es perfectamente
flexible, debidamente protegido por una camisa plástica. A través de estos
haces se transmiten, mediante un láser acoplado, señales luminosas que se
detectan en el destino.
Pero evidentemente, para tener una gran capacidad de
transmisión a larga distancia, la fibra debe tener unas características muy
particulares. La fabricación de fibra óptica es un proceso de alta tecnología.
Tengamos en cuenta que el grosor estándar de la fibra es 125 micras
(aproximadamente el doble que un cabello humano) y el núcleo es de unas 8
micras (en fibras mono modo, que son las usadas para comunicaciones a larga
distancia). Y evidentemente, es crítico mantener la pureza y la regularidad del
núcleo.
Todo ello convierte la fabricación de fibra en un proceso
complicado. Sin embargo, el fundamento es sencillo (y es una idea brillante).
Se trata de construir grandes tubos de vidrio que reproducen a escala
macroscópica la estructura de la fibra. Estos tubos se llaman preformas.
Posteriormente, la preforma se va fundiendo y estirando hasta que obtenemos un
filamento alargado cuyo fino diámetro reproduce a escala microscópica la
preforma original.
El proceso de fabricación de las preformas no es en absoluto
sencillo ya que evidentemente no extrema
pureza
En este proceso, se parte de barras de vidrio huecas, que se
bañan en un gas que contiene las partículas de lo que será el futuro núcleo.
Calentando hasta mil grados, estas partículas comienzan a fundirse hasta que el
tubo hueco colapsa y forma una vara maciza con la estructura deseada: la
preforma.
Una vez hechas las preformas, se colocan verticalmente y se
calientan hasta que se van fundiendo formando un hilillo continuo. De una
preforma se sacan kilómetros y kilómetros de fibra. Este proceso, a pesar de la
sencillez de la idea, es muy complejo y delicado, ya que hay que garantizar que
el flujo se mantiene constante, que el hilo mantiene un grosor de 125 micras y
que no se producen tensiones excesivas. Durante esta fase además se aprovecha
para crear una capa protectora sobre el vidrio.
La fibra óptica se enrolla en grandes bobinas. Las grandes
redes de comunicación usan haces de varias fibras agrupadas en un cable tan
grueso como un cable eléctrico pero capaces de transmitir una cantidad de
información mucho mayor, a distancias muchísimo mayores y con un menor gasto
de potencia.
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